jueves, 3 de marzo de 2011

"El hombre y el árbol".

Un hombre quería hacer leña para encender la lumbre y comenzó a golpear un árbol con el hacha. Entonces oyó una voz que le suplicaba que no siguiera golpeando ni cortando las ramas. El hombre se puso a oír bien y noto que era el mismo árbol el que le hablaba; no me golpees, no me lastimes déjame vivir y yo te pagaré algún día.
El hombre sintió lástima del árbol y dejó de golpear con el hacha y fue a seguir sus trabajos en la milpa. A medio día, cuando vino su mujer se sentaron bajo la sombra del árbol para refrescarse.
Entonces el hombre oyó que el árbol le dijo: - Ya lo vez, como me has dejado vivir, te estoy pagando tu favor pues te estoy dando sombra para que te refresques y si no te sombreas te mueres de calor. Mira a tu mujer, sentada bajo la sombra de mis ramas, cómo está bordando tu camisa, ¿no te da gusto?
El hombre comprendió el favor que le había hecho el árbol y el favor que el árbol le estaba haciendo.

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